proyectos

world citizen band

A Ramiro no sé cuántos años hace que lo conozco. Apareció un día en la UDLA en Quito con la World Citizen Band. Resulta que el tipo aparte de ser un sensei del jazz en la mitad del mundo, había ido Berklee con otro sensei del jazz y gran amigo: Juan Galiardo. Para colmo, los dos tenían otro amigo en común, el saxofonista de la banda: Uri Gurvich. Está claro que nada bueno salió de esa generación de Berklee.

Un día, Ramiro me llamó para irme a Costa Rica con World Citizen Band con un tal Rodolfo y también para tocar sintes (?) en una banda de rock (??) progresivo (más abajo). Desde entonces hemos dado mil vueltas por Europa y he tocado el Ramiro’s Real Book unas mil veces.

En Costa Rica fue la primera vez que toqué con Kenneth y Rodolfo, aunque a Rodolfo lo había conocido un poco antes en Málaga. Iba en chanclas, bañador y con sus andares/flow típicos. La gira había empezado sin él y coincidió que estaba en Málaga «libre», así que vino a vernos al concierto. Lo trajo un chófer. Ese era el nivel del señor. Semanas después estábamos tocando en el sótano, en San José. De ese bolo solo queda un vídeo muy malo y el sabor a Jagger. Ahí conocí a Kenneth: una especie de vikingo sonriente gigante de gran calidad futbolística que se pone el contrabajo en la espalda y le queda como una viola. Luego nos fuimos a la selva a bañarnos con Don Emilio, posiblemente uno de los mejores organizadores de conciertos del mundo.

Después de esto hemos hecho muchos conciertos juntos. Super fáciles de organizar todos ellos.

Bueno el caso es que hemos grabado nuestro segundo disco: ANTARES

trivial

Ritmos que todavía sigo sin entender, digitaciones enrevesadas para un piano, sintes, pedales, sintes con pedales y gente gritando. Este es nuestro primer y último disco.